Una selección de auténticas joyas literarias, tan disfrutables como casi desconocidas. Todas ellas (salvo una) merecen ser leídas.
Aventuras de un átomo japonés
Cualquier novela protagonizada por un atomo japonés ya debería ser inmediatamente calificada de rareza, pero es que esta además traspasa todos los límites. Escrita por Tobías Smollett, uno de los maestros de la literatura picaresca británica del siglo XVIII, cuenta como el átomo de marras viaja de Japón a Inglaterra en el cuerpo de un marino. A partir de ahí, la partícula irá pasando un huesped a otro, recorriendo lo más sórdido de la sociedad inglesa de la época. Conocerá burdeles, cárceles, tabernas e instituciones mentales, en un viaje en el que el sexo más sucio, la muerte y la escatología serán sus compañeros de travesía.
El fabricante de honradez

De Don Santiago Ramón y Cajal todo el mundo sabe lo esencial, que fue uno de los científicos más importantes que ha dado España y que ganó el Premio Nobel por un trascendental descubrimiento. Pero Cajal era un personaje poliédrico, con otras facetas interesantísimas y no tan conocidas. Como, por ejemplo, que fue uno de los pioneros del culturismo en España y que, durante su juventud se labró una discreta carrera como escritor de novelas de terror. Cajal llegó a publicar seis libros de ficción y, probablemente, sea este el más conocido de todos. Cuenta la historia de un científico que se casa con una joven y hermosa alumna. El matrimonio marcha a China a investigar una epidemia de peste porcina y allí conocen a otro joven médico que inicia un romance con la esposa. El marido, loco de celos, decide vengarse de la pareja infiel y lo hace infectándolos con el virus de la peste porcina, con lo cual consigue un doble objetivo: librarse de su rival, al que mata, y demostrar que la peste se transmite de los animales a las personas. El protagonista salva a su esposa suministrándole un antídoto que ha fabricado pero, para evitar futuras infidelidades de ella, le inyecta otro suero que progresivamernte destruye su belleza y la va transformando en una criatura monstruosa... Desde luego, queda claro que Ramón y Cajal estaba sobrado de imaginación retorcida.
El crimen entendido como una de las bellas artes
Uno de los libros que más influyó a Alfred Hitchcock, escrito por el británico Thomas de Quincey, y considerada una de las cumbres del cinismo humano. El narrador es el ficticio miembro de una supuesta Asociación de los Amigos del Asesinato que, cada vez que se produce un crimen, se reunen para comentarlo y analizarlo desde una perspectiva puramente estética. Quincey postula que el asesinato es un hecho reprobable, pero que una vez que comete hay que rodearlo de cierto gusto estético e intelectual para que no quede reducido a la categoría de mera carnicería. En su libro Quincey repasa y puntua algunos de los más célebres asesinatos de todos los tiempos, llegando a la amoral conclusión de Caín fue uno de los mayores genio de la humanidad.
El clan de los parricidas

Ambrose Bierce esta considerado el tercer gran pilar de la literatura fantástica estadounidense, tras Edgar Allan Poe y Herbert Phillip Lovecraft. Bierce (personaje al que interpretaba Gregory Peck en la película Gringo viejo) fue además un maestro del cinismo y la ironía más salvaje. Probablemente su obra más célebre sea El diccionario del diablo, en la que despellejaba sin piedad todos los fundamentos de la cultura occidental. Entre sus obras de ficción sobresale El clan de los parricidas, uno de los textos más politicamente incorrectos jamás escritos. Es la historia de un grupo de personajes unidos, tal y como bien indica el título, por el hecho de que todos ellos han asesinado a sus padres y no sienten ningún remordimiento por ello. ¿Me permiten un consejo? Mantengan este libro alejado del alcance de sus hijos. Me lo agradecerán.