El 16 de agosto de 1964, hace poco más de medio siglo, Isaac Asimov publicaba “Visit to the World’s Fair of 2014”, un texto maravilloso donde realizó predicciones y detalló algunos inventos que hoy en día son absolutamente normales y comunes o bien comienzan a despuntar.

Es fácil coger las predicciones de Asimov y asumir que, simplemente, tiró del hilo e hizo predicciones más o menos lógicas. La realidad es, sin embargo, que el mundo era un lugar muy diferente en 1964 (con la guerra fría y el abismo de un posible conflicto termonuclear cada vez más inminente) y que muchas de las invenciones necesarias para que las predicciones del escritor se hayan hecho realidad ni siquiera existían entonces. En 1964, de hecho ni siquiera se había enunciado la Ley de Moore.
Y aunque este post se centra en las predicciones que Asimov sí acertó, de lleno además, hubo otras, como los coches voladores, con las erró estrepitosamente.
La luz eléctrica y su uso
Una cosa que se me ocurre es que los hombres continuarán alejándose de la naturaleza en su intento por crear un ambiente más idóneo. El uso de paneles electroluminiscentes será común. Los techos y las paredes brillarán suavemente y en una variedad de colores que cambiarán pulsando un botón.
Lo que más se parece a luces que cambian con solo pulsar un botón son invenciones como las bombillas Hue de Phillips, pero está claro que hoy en día la iluminación eléctrica artificial nos parece tan normal o más como la natural y que está presente en todo tipo de situaciones, desde coches a aviones o simplemente en el hogar. Aunque no encaja al 100% con lo que describió Asimov, la iluminación con LEDs es otra de esas predicciones que se relacionan estrechamente.
Robots
Los robots no serán comunes ni funcionarán bien, aunque ya existirán. Serán del estilo de las computadoras, muy miniaturizadas, que actuarán como ‘cerebros’ de los robots. De hecho, el edificio de IBM en la Feria Mundial de 2014 mostrará como uno de sus objetos estrellas una especie de asistenta doméstica robótica grande, torpe y lenta, pero capaz de recoger objetos, ordenar, limpiar y manipular varios electrodomésticos
En 1964 la humanidad soñaba incluso con bases instaladas en una Luna ya colonizada, y con los robots formando parte esencial del día a día. Asimov fue más cauto, y acertó. La mejor muestra de ellos son los pobres y torpes robots de DARPA.
Lo que sí hizo, en cambio, fue augurar como las máquinas, aunque no estrictamente robots, colaborarían con el ser humano en tareas repetitivas y rutinarias. Efectivamente, la mayoría de plantas de fabricación industrial (envasado, minaturización, coches...) cuentan con dispositivos que mecanizan y automatizan todo el proceso. En el caso de una fábrica de LEGO, por poner un ejemplo, el proceso de plástico en bruto a juguete terminado y empaquetado se realiza al completo si necesidad de que intervenga un humano.
Dispositivos inalámbricos
Los electrodomésticos en 2014 no tendrán cables eléctricos y obtendrán su energía de baterías de larga duración basadas en radioisótopos
Estoy escribiendo esto desde un portátil con unas 10 horas aproximadas de batería, así que diría que acertó plenamente. La segunda parte, sin embargo, que hace referencia a las baterías nucleares, todavía no ha acabado de concretarse. Hay algunos proyectos muy prometedores pero todavía no tienen aplicación industrial.
Marte
Para 2014 habrán aterrizado en Marte naves no tripuladas, aunque ya se estará trabajando en enviar una expedición con humanos.
Una vez más, Asimov fue cauto, y acertó. En 1976, la sonda Viking 1 consiguió aterrizar en Marte y tomar las primeras fotografías desde la superficie del planeta. Después llegarían muchas más, desde Pathfinder hasta Opportunity, pero todavía el ser humano no ha puesto el pie sobre el planeta rojo. Eso ocurrirá, aproximadamente, en torno a 2030, según la NASA, pero todavía falta bastante para llegar ahí.
Videollamadas y comunicación omnipresente
Las telecomunicaciones serán tanto visuales como auditivas, así que podrás ver y oír a la otra persona en el teléfono. La pantalla podrá usarse no sólo para ver a conocidos sino también para estudiar documentos, fotografías y leer libros. Satélites sincronizados, presentes en el espacio, te permitirán marcar cualquier número de la Tierra, incluidas las estaciones de la Antártida.
Asimov definió varias cosas aquí, pero es increíble el nivel de precisión con el que acertó. Ahí se reúnen las videollamadas por Skype, por poner un ejemplo, pero también la cantidad absurda de satélites (conocidos) que orbitan en torno a la Tierra, o dispositivos como una tablet. Asombroso.